montessori

lunes, 20 de enero de 2014

Las miradas inquisidoras hacia los padres de niños que sobrepasan los tiempos de lo esperado para conquistar el mundo (rodar, caminar, dejar pañales, hablar,etc.)estigmatiza directamente la espontaneidad y naturaleza del niño. Ubicar al niño en el cuadro de nuestro concepto sobre cómo debe ser un niño feliz o inteligente, es aun más dañino. Frecuentemente me encuentro con niños que por no romper las ilusiones o espectativas de los padres, no hacen, no se equivocan, no juegan. Niños con un presente confuso y desolador.Serias y graves consecuencias en la adolescencia y adultez.Padres que con la intención de acompañar, abandonan. Les dejo aquí un hermoso artículo para reflexionar. http://m.huffpost.com/es/entry/3955952

No hay comentarios:

Publicar un comentario