Creamos un espacio para hablar de la educación de los más chiquitos, los de la primera infancia. De esos que el mundo tiene fascinados con sus formas, colores y sonidos. De los que expresan con berrinches, dibujos, sonrisas y besos con mocos. Proponemos respetar los tiempos y singularidades de cada uno de ellos. Invitamos al adulto a observar, guíar o facilitar. El MÉTODO MONTESSORI nos cobija y la ESCUELA ACTIVA tiene mucho por enseñarnos aún. ¡Cuidemos la infancia, amemos nuestros niños!
lunes, 20 de enero de 2014
Las miradas inquisidoras hacia los padres de niños que sobrepasan los tiempos de lo esperado para conquistar el mundo (rodar, caminar, dejar pañales, hablar,etc.)estigmatiza directamente la espontaneidad y naturaleza del niño. Ubicar al niño en el cuadro de nuestro concepto sobre cómo debe ser un niño feliz o inteligente, es aun más dañino. Frecuentemente me encuentro con niños que por no romper las ilusiones o espectativas de los padres, no hacen, no se equivocan, no juegan. Niños con un presente confuso y desolador.Serias y graves consecuencias en la adolescencia y adultez.Padres que con la intención de acompañar, abandonan. Les dejo aquí un hermoso artículo para reflexionar.
http://m.huffpost.com/es/entry/3955952
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